Comprar no es sólo adquirir algo que nos falta. Para las mujeres es un arte. Un deporte. Una fuente de satisfacciones. ¿Hay algo que se sienta mejor que escuchar el tono medio envidioso de otras congéneres, que marca la clásica pregunta "dónde lo compraste"? OK, debe haber otras fuentes de satisfacción, pero ser reconocida como una buena compradora es un anhelo de muchas. Nuestra relación con la bolsa llena, las boletas recién emitidas y el estreno de nuestras nuevas adquisiciones da para tratado sicológico. La que esté libre de pecado, que lance la primera piedra.
No hay caso. Basta pasearse por un mall a cualquier hora del día para quedar convencida de que las mujeres somos mayoría en el mundo. Los pasillos de los templos del consumo están siempre poblados por una mayoría de mujeres. Y si bien estadísticamente somos más, nuestra presencia roza la categoría de plaga en los malls. Nos gusta la compra. Desde chicas nos peleamos por llevar la bolsa. Es una de nuestras grandes habilidades: ser el departamento de adquisiciones de nuestra familia o el conglomerado del que somos parte. Nos encanta comprar. Pagar no es la parte favorita del proceso, pero nada es perfecto en esta vida. La sensación de una bolsa con algo nuevo adentro no se puede comparar.
Comprar, para nosotras, no se trata de salir a buscar algo que nos hace falta. Después de una tarde de shopping, muchas miran lo que llevan a la casa y se espantan. ¿Realmente necesito un peto con lentejuelas camufladas? No, no lo necesito, pero estaba en la percha de la tienda y al pasar por su lado, seguro me dijo "Mamá, llévame a casa". ¿ Y cómo negarse a esa vocecita? Además, está en rebaja. Y así, todo se justifica.
Reconozcámoslo: las comprar son un vicio. Son la perdición, Pero también, comprar es un deber: somos las grandes responsables de la economía mundial. Si nos quitan las tarjetas, se frena el consumo, y se nos va a las pailas el círculo virtuoso de la economía. Compramos de puro patriotas. Para que Chile crezca. Pero ese mérito nadie lo reconoce. Somos heroínas anónimas. En cambio, nos acusan de consumistad, Compramos hasta que la tarjeta está sin cupo y nos desvelamos en la noche, recriminándonos, ordenando mensualmente las lucas, para ver cuál tarjeta será la favorecida con el pago total de la deuda. Pero igual compramos. Y acá estamos todas las adictas al shopping, ordenadas por nuestras pequeñas neurosis de compra.
*Fin de la Transmisión*
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5 comments:
mori xDDDDDDDDDDDD
consumista de mela!!!! xD
mori con tu redaccion, lo haces ver muy bonito xD
fin de la trasmicion, cambio y fuera =O xD
a q dedica el tiempo libre? (8)
sconf
i'm not in conditions xD
a q dedica el tiempo libre? (8)
sconf
i'm not in conditions xD
oja que es anÓnimo, palabra esdrújula con tilde en la segunda sílaba
=P
preguuuuuuuuuuuuuntalé (8) xD
:Q
o.o!?
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